Páginas

sábado, 27 de diciembre de 2014

The End

Por qué no me extraña. Parece una profecía autocumplida o simplemente es una ratificación de algo obvio: simplemente no era para mí y punto. No resiste más vueltas. 
Pero de cierto modo siento una clase de alivio.
Vuelvo a ser libre y mi futuro se ve mucho más luminoso, sin sombras, sin amarguras ni malos ratos que deba agradecerle a un sólo individuo que de verdad jamás pensó en mí. 
Creo que me escapé de haber cometido un gran error en mi vida. 
Por más que se diga que nos arrepentiremos más por no haber hecho algo específico más  que por lo  que hicimos, creo que esta vez es la excepción que confirma  la regla. 
Prefiero haber evitado cometer el error y no arrepentirme después, que habría sido demasiado tarde y el arrepentimiento demasiado grande.
Lo que me sigo reprochando es cómo pude ser tan tonta, cómo pude creerle, si era tan obvio que mentía, pero su mirada era tan sincera, que le creí. Debe ser muy buen actor. No sé que hace ahí y no es multimillonario en Hollywood.      O simplemente yo soy muy tonta y es eso es lo que me tiene mal, porque de nuevo comienzo a cuestionarme por qué me falla tanto el detector de mentiras y engaños, cuando siempre he sido prudente y rara vez me equivoco con las personas.
Mi intuición es bastante aguda para detectar gente falsa.
Pero con éste, fallo. Siempre.
Pero ya se acabó. Renuncio. Me cansé.
Me hace mal, y con todo lo que ya sé, decido no seguir perdiendo el tiempo ni permito más que se me vaya energía vital es una situación que no da para más porque nada cambia para mejor.
Me aburrí y me cansé. 
Siento que estoy para una relación de mejor calidad, más madura, donde las cosas que realmente importan sean valoradas de verdad.
Quiero a alguien que esté más a mi altura, que tenga escrúpulos, que las cosas de los sentimientos se las tome en serio y sea responsable, que no hable sólo por hablar, que sea considerado y consciente de lo que hace y deja de hacer, y que por sobre todo me respete y entienda.
Yo no soy mala persona, mi corazón es bastante  noble y blando, llego a ser ingenua, tonta de buena a veces.
Confío demasiado, y en la confianza está el peligro, pero necesito confiar para sentirme a gusto. Si no, no puedo.
Y si no puedo sentirme yo misma, entonces nada funcionará bien.
Y tengo desde el otro día una sola sensación en el pecho, un enorme y profundo asco. No sé por qué, pero eso es lo que siento. 
No soy tan naif como para no comprender por qué, y es eso mismo lo que me ha espoleado a tomar la determinación de marcharme.
No me interesan las explicaciones, sólo sigo mi instinto y todas las luces del pasillo que van  hacia la salida se encendieron, solo giré la manilla y la puerta de exit se abrió, puse los pies afuera y respiré aliviada, y eso es por algo.
Detesto la sólo idea de que se pudiera estar riendo a mi espalda, prefiero irme y olvidarme de todo.
Si tengo sospechas quiere decir que no vale la pena.
"Quien nace chicharra, muere cantando".
La gente así no cambia y yo jamás tranzaré con eso.
Yo soy leal y fiel, por tanto exijo lo mismo de vuelta.
Ya está hecho, mi decisión está tomada y no hay vuelta atrás.
Ahora sólo falta que pase el tiempo y de apoco ir olvidando esto que no era nada realmente. Eso debí saberlo.
Supongo que me movió más la curiosidad, quise comprobar bajo mi propia cuenta y riesgo si había tenido razón la primera vez que corté los puentes y quemé las naves.
Por eso nunca pude bajar la guardia.
Podría decir que jugué con sus mismas reglas, pero no. Fui honesta con mis sentimientos por él, lo que le dije era verdad. Eso me reprocho también, nunca debí haberle dicho todo lo que sentía por él. Para qué, para que acabara limpiándose el trasero con mis palabras? Tal como lo hizo.
Lo pisoteó todo, barrió el suelo con mis sentimientos por segunda vez. 
Fui tan tonta por haber creído que esta vez sería todo distinto, pero nada cambió realmente.
Esta parte del curso creo que ya la tengo aprendida: Cuando una relación se acaba, por alguna razón se acabó. 
Hay que aceptarlo y seguir adelante.
En eso estoy.
Sólo quiero dar vuelta la página y  continuar con mi vida.
Por mí este cuento ya llegó a su fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario