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sábado, 6 de agosto de 2011

La yo que solía ser.

Buceando entre mis recuerdos me tropecé con un escrito que ni recordaba que alguna vez había salido de mis dedos sobre el teclado.
Me recuerda a una Yo que echo de menos, que siento estoy en proceso de recuperar.
Me sorprende que en viejas cosas que he escrito hace tiempo atrás de pronto encuentro ideas que se me habían  olvidado que alguna vez se me ocurrieron pensar, que transitaron por mi mente, pero es evidente que no se quedaron porque fui capaz de olvidarlas. La ventaja de escribir, como antídoto contra el olvido.
Eso de "las respuestas están en ti", parece cierto. Sólo que están en mí, pero en una "Mí"que olvidé, en una yo que ya no soy pero que quiero volver a ser.


Copio y pego.




"I'm beliver.

Creer o no creer, parecieras ser esa la cuestión, más que ser o no ser.
Definitivamente.
Todos estos años no han pasado en vano, eso está claro. No tengo más que mirarme al espejo, pero voy más lejos que a eso. Quiero decir que todo ese tiempo en silencio, en reposo pasivo, pero siempre pensando, con el cerebro totalmente activo, me han hecho ser de un modo que ahora me permite ver las cosas de un punto de vista de panorámica general, con una visual casi cenital.
Sólo debo cuidar de no confundirme entre realidad y ficción.
Tener la visión de una escritora sobre los eventos, de un modo en que se me hace simple ver qué puede ocurrir, tiene sus inconvenientes. Pero por otro lado tengo freno de mano, mi criterio.
Sé que no puedo predecir el futuro, pero por descarte lógico de acontecimientos se puede lograr una aproximación muy certera de lo que pueda suceder.
No sé por qué, una vez una compañera de Universidad me llamó: "Pitoniza". En esa época estaba años luz aún siquiera de una milésima parte de todo lo que como persona soy ahora.
Supongo que siempre tuve la predisposición, sólo necesitaba tiempo, silencio para llegar no a perfeccionar el método, porque no hay un sistema, pero sí para darme cuenta que hay cosas trascendentes, de bien mayor que jamás hay que pasar por alto.
El amor, el respeto, el sentido común, la intuición, y la razón.
No hay recetas, sólo grandes conceptos.
Y cada noche antes de dormir una buena introspección de lo que se hizo o lo que se dejó de hacer durante el día.
Cosas simples, como siempre darse un tiempo en medio de la vorágine del día para pensar en lo que se siente.
Conectarse a la red del amor universal del ritmo natural de la vida, responder siempre los saludos con una sonrisa.
Y no es esto new age, sino sentido común del saber vivir, tan antiguo como el más viejo de los sabios chinos.
Yo no lo he leído, pero asumo que debe ser lo mismo, porque la vedad de las cosas de la vida es una sola, que de tanto pensarlas, cualquiera puede llegar a concluir lo mismo.
No he descubierto nada nuevo, ese conocimiento está ahí, sólo hay que saber verlo.06.08.2010."




Ésta era yo y la que quiero volver a ser.

Y lo curioso es que lo encontré de modo inesperado en un archivo, justo a un año de haber sido escrito. Este texto está de cumpleaños. Jjjejjeje.
Cosas raras que suceden a veces.
Señales?

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