Páginas

jueves, 23 de septiembre de 2010

Piano, piano, va lontano.

Calma y mesura.
Todas las agujas apuntan hacia allá, la de mi brújula, la de mi reloj matriz, la de mi barómetro, la de mi thermostato, la de mi tacómetro, absolutamente todas.
Es algo muy raro, curioso cuando menos.
Pero he decidido tomármelo piano, piano. Piano, piano, va lontano.
No dejaré que mis fantasías tomen el control de la situación, ni me llenen la cabeza de pajaritos.
Será posible que la teoría de la mitad de naranja sea cierta?  Yo tenía una con las cáscaras de nueces, pero en fin, esa es otra.
Mi mitad errabunda que creía perdida, más bien inexistente para mí, por fin, por esos vericuetos del destino, la haya acabado encontrando por la más genial o estúpida de las casualidades, si es que las casualidades existen?
Tenemos las mismas sensaciones al respecto, y eso me causa una enorme, no sé como explicarlo, curiosidad, tal vez? O fascinación por ver cómo opera la misteriosa mano del destino. 
En su vida ya ha conocido a alguien que se parece a mí. Y yo, ya he conocido a alguien que se parece a él.
Partimos como de una base ya construida para irnos descubriendo mutuamente a partir de ciertos rasgos que nos son familiares.
La cuestión extraña, y del todo fascinante radica precisamente en que ambos percibimos nuestras presencias, recíprocamente, como las versiones mejoradas, algo así, como reloaded, o, 2.0 de nuestros conocidos anteriores. 
Yo no tengo los vicios de ella, y espero que él no tenga las trancas de mi ex. 
De algún modo somos la oportunidad que nos ha brindado la vida para rehacer nuestros espíritus y reconciliarnos con todo aquello que pudiésemos culpar por nuestra falta de sentido de felicidad. O algo así, si es que todo esto tiene alguna explicación más o menos racional.
Siento que él es la brisa fresca que necesitaba para acabar de sanar mi corazón aún convaleciente. 
Y yo? Para él, no lo sé. 
Tal vez Dios quiere que vuelva a creer en Él. Y me está usando para hacerle pensar que sí, los milagros son posibles y qué mejor prueba de ello, que yo.
Si todo esto ha sido muy loco.
Lo más loco que me ha sucedido en toda la vida entera.
Me siento feliz, mesuradamente feliz.



1 comentario:

  1. paso a paso, lento lento, se llega más seguro a la cima...y la mesura que dices es lo mejor solo cuando todo se concrete...explotar de felicidad...

    ResponderEliminar