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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Cuento real.

Ahora es el turno del otro cuento.
Sólo que esta vez deseo que sea real.
Debo analizar de qué se trata este cuento real.
Someterlo a un scanner, a una resonancia magnética para no diseccionarlo, que sería lo mismo que matarlo sólo para saber en la autopsia cuál fue la causa de su muerte.
No, por primera vez no quiero saber de qué se trata, sólo quiero vivirlo, disfrutar mientras dure, mientras aún esté viva.
Y no quiero echarlo a perder con tontas aprehensiones.
Que la experiencia fallida reciente me sirva de aprendizaje, poner las cosas bien en claro desde un principio, dejando bien marcadas las líneas de la cancha.
Negociar los detalles, respetar las libertades individuales y dejar que haga con su vida lo que quiera. Sólo que tenga claro que me importa que no se cuide.
Anteriormente traté de cuidar a alguien que no aceptaba ser cuidado, y mi paciencia tuvo un límite, no fue falta de cariño, sólo de paciencia.
Ahora ya sé que no debo presionar, aunque nunca presioné realmente. Si no resultó fue por otras razones.
Ahora, es más perfecto, porque no está tan cerca como para ser tan real.
La distancia me dará tiempo, el necesario para poner mis cosas en orden y en regla.
Cuando esté lista, entonces sí.
Y de seguro, no me daré ni cuenta como los eventos se irán sucediendo unos a otros y de pronto
todo estará en su lugar tal como lo he soñado siempre.
Uff, que linda que se ve la vida cuando se lleva en los ojos, esperanza.

1 comentario:

  1. Despues de mi ultima relacion aprendí que hay que poner las cosas claras desde el comienzo, como bien dijiste hay que marcar las lineas de la cancha, y agregaria que tambien hay que esperar a que no haya tantos laterales ni corners en ese partido. Yo soy de presionar mucho y tambien comprendi que no es nada bueno hacer eso.

    un beso =)

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